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La vigilancia médica ocupacional constituye un componente esencial dentro de la gestión integral de la seguridad y salud en el trabajo. Este conjunto de acciones sistemáticas, orientadas a evaluar la salud de los trabajadores en función de los riesgos laborales a los que están expuestos, permite no solo cumplir con la normativa vigente, sino también detectar de forma temprana posibles alteraciones que puedan evolucionar hacia enfermedades profesionales. La principal fuente de información para realizar la vigilancia médica, son los exámenes médicos ocupacionales, a partir de los cuales se identifican casos sospechosos de enfermedad ocupacional. Para ello es importante que los médicos ocupacionales cuenten con protocolos o criterios que les permita definir de manera segura dichos casos, así como también su manejo.

Por otro lado, la identificación de casos sospechosos de enfermedad ocupacional puede guiarnos a las áreas y los riesgos implicados, de esta manera permitir el control de dichos riesgos desde el punto de vista de Higiene, Ergonomía o Gestión Psicosocial y prevenir futuros casos similares. Recordemos que es más complicado afrontar un reclamo o juicio por enfermedad ocupacional si no se tiene el monitoreo de riesgos del puesto de trabajo.

Ojo que la vigilancia médica no solo se concentra en la identificación de casos sospechosos de enfermedad ocupacional, sino también de enfermedades comunes cuyo agravamiento puede generar hasta una situación de emergencia en el centro de trabajo, como son los casos de hipertensión arterial o diabetes.

La implementación de la vigilancia médica evidencia el compromiso de la empresa con el bienestar de su personal y con el fortalecimiento de una cultura organizacional preventiva.

Para las jefaturas y gerencias, la vigilancia médica no debe ser percibida únicamente como una obligación legal que incluso solicita la implementación de un Programa de Vigilancia Médica (RM-571-2014-MINSA), sino como una herramienta estratégica que incide directamente en la productividad, la eficiencia operativa y la sostenibilidad del negocio. Al monitorear de manera continua el estado de salud de los colaboradores, se disminuyen los tiempos de inactividad por causas médicas, se fortalece la motivación del equipo y se optimiza la gestión del talento, al asegurar que cada persona esté en condiciones óptimas para desempeñar sus funciones. Asimismo, aporta insumos valiosos para la toma de decisiones relacionadas con la adecuación de puestos, la prevención de riesgos y el diseño de programas de salud ocupacional específicos.

En un entorno empresarial cada vez más competitivo y regulado, la vigilancia médica se posiciona como un factor diferenciador. Aquellas empresas que priorizan estas prácticas evidencian una gestión proactiva del riesgo, lo cual puede traducirse en una reputación corporativa más sólida, reducción de costos asociados a ausentismo o contingencias legales, y una mayor retención del talento. Por estas razones, es fundamental que los líderes de la empresa respalden decididamente la vigilancia médica como una inversión estratégica alineada con los objetivos de sostenibilidad y excelencia operativa.